Cambia la velocidad a la que saltan los radares.

El margen de tolerancia admitido por la Dirección General de Tráfico para evitar infracciones por pequeñas desviaciones del velocímetro varía en función del tipo de Radar.

Para los radares fijos, el margen de tolerancia es de 5 km/h cuando la velocidad máxima permitida es superior a 100 km/h. En el caso de los radares móviles, este margen se amplía a 7 km/h. 

En el caso de las vías limitadas a 120 km/h, el margen de tolerancia es del 7%, lo que se traduce en una velocidad máxima permitida de 128,4 km/h.

Nuevos radares.

Radares de línea continua y de stop están diseñados para detectar infracciones más allá del exceso de velocidad. Estas cámaras especializadas se han vuelto cada vez más comunes en las carreteras, y es importante conocer su funcionamiento y las sanciones asociadas.

Radar de línea continua: este sistema utiliza un par de cámaras para verificar si un vehículo cruza una línea continua. La primera cámara captura la matrícula del vehículo que se incorpora a una vía principal, y la segunda verifica si ha respetado la línea continua al realizar la maniobra.

Radar de stop: este tipo de radar está diseñado para detectar vehículos que no respetan la señal de stop. Una cámara graba a los vehículos que se aproximan a la señal y verifica si se detienen completamente antes de continuar.

Limites en cuidad.

Cuando el límite de velocidad es inferior a 100 km/h, los radares tienen un margen de tolerancia de 3 km/h para los fijos y 5 km/h para los móviles. 

• Límite de 20 km/h: el radar fijo se activa a 23 km/h, el móvil a 25 km/h.

• Límite de 50 km/h: el radar fijo se activa a 53 km/h, el móvil a 55 km/h.

• Límite de 70 km/h: el radar fijo se activa a 73 km/h, el móvil a 75 km/h.

• Límite de 90 km/h: el radar fijo se activa a 93 km/h, el móvil a 95 km/h.

La DGT dispone de un amplio despliegue de recursos: 780 radares fijos y 545 móviles, 92 velocímetros, 12 helicópteros, 39 drones, 15 furgonetas, y 232 cámaras encargadas de vigilar y sancionar las infracciones cometidas por los conductores.