Superado el complicado momento, en el que la crispación de los vecinos y el lanzamiento de barro dejaron una imagen distorsionada de la intención de la visita de los Reyes a la zona afectada.
En esta ocasión, el monarca llegó con la misión concreta de visitar a las tropas que, sin descanso, trabajan para ayudar a los afectados por la riada de barro que asoló los pueblos limítrofes a la zona cero del desastre.
Primera parada en la Base Militar Jaime I de Bétera, donde fue recibido por los soldados de las distintas unidades del Ejército, que están colaborando en las labores de ayuda.
El monarca se presentó, en esta ocasión, vistiendo uno de sus uniformes militares. Inesperada imagen para la mayoría que refleja su inequívoco compromiso con los ciudadanos y su contundente apoyo a quienes se encuentran en pleno desarrollo de las operaciones de búsqueda y limpieza.
Desde Bétera, el rey se desplazó al puerto de Valencia, donde accedió al buque de asalto anfibio “Galicia”. A bordo del buque, el monarca se reunió con los oficiales, comprobando de primera mano los esfuerzos logísticos que el Ejército está ejecutando en la región escuchando, de primera mano, los informes de los profesionales.
Felipe VI regresará a Valencia, junto a la reina Letizia, la próxima semana.
Finalmente, llegó a la Feria de Muestras de Valencia, convertida en base logística del Ejército de Tierra. Desde allí se coordina el envío de suministros y la movilización de efectivos, un centro neurálgico en el que la actividad no se detiene y donde el Jefe del Estado recibió información de todos los detalles de la operación
Mensaje de apoyo el que, con esta visita, envía Felipe VI a los soldados de los tres Ejércitos, incluidos los equipos de la UME, procedentes de sus cinco bases en Valencia, Sevilla, Zaragoza, Madrid y León, que participan más activamente en las labores de desescombro. Estos soldados, conocidos por su preparación en situaciones de emergencia, refuerzan cada día las tareas de ayuda humanitaria en las zonas afectadas.
La presencia de Felipe VI, vestido de uniforme, en Valencia, es una imagen poderosa, una señal de que el monarca está dispuesto a ponerse al frente en los momentos de máxima adversidad. La escena queda grabada en la memoria de todos los presentes y de los medios de comunicación demostrando, una vez más, el compromiso con sus ciudadanos.
La próxima semana, junto a la reina Letizia, el monarca regresará a la zona cero de la DANA, donde espera tener, de nuevo, contacto con las personas afectadas.
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