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Marc Márquez gana como quiere y cuando quiere para dispararse hacia la corona



Con más emoción de lo esperado, Marc Márquez se ha impuesto en la carrera dominical del GP de Tailandia como ha querido y cuando ha querido. No arrasó como en la Sprint del sábado, sino que esta vez tuvo que recurrir a su inteligencia para gestionar el neumático delantero cediendo el liderato a su hermano durante 16 vueltas. 


El motivo era subir la presión del neumático para evitar una sanción que le arruinase el triunfo. Cuando le vino bien, dejó atrás a Àlex y se lanzó a por la victoria que le catapulta al liderato del Mundial, de nuevo en su mano 93 GP después, 1.932 días de la última vez, en Valencia 2019.


De este modo, Marc gana por primera vez la carrera inaugural desde el 2014. Y Àlex volvió a ser segundo. Dos hermanos compartiendo el podio en una carrera de MotoGP por segunda vez en 28 años; en la anterior ocasión fueron ellos en Sachsenring 2024, también con Pecco, pero ahora el italiano en el tercer cajón.

En el prepodio, los dos hermanos se giraron a la cámara y se acordaron de Roser Alentà, diciéndole en catalán: “La mama estará llorando en el sofá... Mamá, tranquila, estamos bien”.

-Marc Márquez dominó desde el arranque, y Àlex tuvo que recuperar las posiciones perdidas ante Bagnaia y Ogura

Davide Tardozzi, el jefe de Ducati, descubría en la previa de la carrera que “Marc tiene dos décimas guardadas en el bolsillo”. Un dato que explicaría de antemano lo que podía suceder en la carrera tailandesa. Pero hasta el final no se descubrió...

Arrancando de la primera posición de la parrilla gracias a la pole, la pista de despegue la tenía dibujada Marc para empezar a trazar la fuga. Conquistó la primera curva y volvió a escaparse, mientras por detrás había más tensión: su hermano Àlex protagonizaba una mala salida, al irse fuera, perder dos posiciones y en media vuelta recuperar el terreno a Ogura –de nuevo fantástico arrancando- y a Pecco Bagnaia, al que relegaba a su tercer puesto natural de la parrilla.

Así, en un solo giro, la jerarquía quedaba marcada: el 93 tirando fortísimo al frente con 7 décimas ya de ventaja sobre su hermano, Àlex distanciándose a 1,4s de Pecco, y el novato Ogura sorprendiendo en el tercer puesto delante de Morbidelli, que había salido noveno. La decepción volvía a ser Pedro Acosta, que salía mal, de 7.º a 9.º, y se caía en la tercera vuelta al trazar la primera curva.

-El 93 dejó pasar a su hermano 16 vueltas para poder subir la presión de su goma delantera, Àlex acabó segundo y Bagnaia, tercero

Sin embargo, el guion hizo un vuelco inesperado: en la séptima vuelta, Marc perdió repentinamente velocidad en la recta y le superó Àlex, que estaba a un segundo y medio de distancia. Se recuperó el hermano mayor, que en pocas curvas se puso a rueda de Àlex, pero también Pecco Bagnaia se acercó a los dos Márquez. 

Esa caída extraña de rendimiento parecía una estrategia del 93 para rodar expresamente detrás de la Ducati Gresini del 73 y así poder incrementar la presión del neumático delantero aprovechando el calor que desprendía la moto de su hermano. Sabía por experiencia del año pasado -en Assen- que si la presión bajaba más de la cuenta le podía costar una sanción que le frustrase la victoria. En la carrera neerlandesa le costó 16 segundos y caer seis posiciones, de 4.º a 10.º.

De este modo, Marc se pegó muchísimo a la rueda trasera de su hermano para que su neumático delantero cogiese más temperatura y poder estar preparado en el instante preciso para superar a Àlex. El único inconveniente es que al limitar su ritmo al de su hermano y rodar como motos siamesas en la misma sombra, Bagnaia se acercaba a solo 8 décimas. La incógnita era cuándo adelantaría Marc a Àlex, y si lo acabaría haciendo porque ya tenía suficiente presión en su goma delantera.



La duda se resolvió a falta de cuatro vueltas, cuando Bagnaia ya estaba encima de Marc, a medio segundo. El 93 esperó hasta la curva 12 para lanzar la moto y dejar atrás a Àlex. En solo dos curvas abría un hueco enorme para largarse a por la victoria, mientras que Àlex sufría falta de agarre de sus neumáticos muy desgastados por tener que abrir pista tanto tiempo. Pecco se acercaba muchísimo al pequeño Márquez, que lograba mantener la segunda posición. La misma clasificación que en la Sprint del sábado.

Marc Márquez

Al término de la carrera, Márquez explicaba en Dazn TV lo sucedido con los neumáticos: “He visto que la presión del neumático delantero no bajaba, ayer la quisieron ajustar un poquito más y he visto que no entraba (en rango) y me he dicho 'me van a penalizar'. Tenía tres vueltas de margen, he ido detrás de Àlex y he visto que empezaba a entrar en la presión correcta. Y cuando quedaban tres vueltas y he visto que ya había cumplido todas las vueltas (para subir la presión) he atacado, he abierto el hueco. Es una carrera en la que me he encontrado muy bien. Tenía un poquito más y esto me ha permitido poder salvar la situación. ¿Qué decir? Supercontento de poder iniciar esta nueva etapa, quiero saborearlo bien, no me voy a emocionar. Pero ¡he compartido podio con mi hermano, primero y segundo! No sé si dos hermanos lo habían hecho nunca. Es algo que hemos trabajado en invierno y no sé si lo repetiremos, pero seguro que el podio sí”, explicaba Marc emocionado acordándose de sus padres.

Información de: Toni López Jordà (La Vanguardia)

 

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