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Normativa CAFE y el incremento de precios de los coches nuevos



El reglamento CAFE (Clean Air For Europe), ha empezado a acaparar titulares en previsión de lo que va a suceder a partir del 2025.

La normativa impone un nivel medio de emisiones de dióxido de carbono (CO2) por kilómetro de cada uno de los coches nuevos que venda una marca. La cifra impuesta para el año próximo es de 93,6 g/km, lo que supone rebajar un 19 por ciento respecto a la cifra que se tenía en estos últimos años (116 g/km) y todos los fabricantes de coches en España tendrán que acatar esta normativa de la Unión Europea.

     

Mientras, Los precios de los coches nuevos han crecido casi el doble que el IPC desde 2019. Un encarecimiento que no concilia con la pérdida de poder adquisitivo. Si hacemos una comparativa desde 2019, lo cierto es que el precio medio ha crecido casi el doble que el IPC y cerca de cuatro veces más que el salario medio, según datos de la Agencia Tributaria y del Instituto Nacional de Estadística (INE).

 

Concretamente, con un precio medio de 26.021 euros en el acumulado de 2024 (hasta octubre), se ha incrementado en 7.081 euros desde 2019 (+37,4%), en contraste con la evolución del IPC, que ha hecho lo propio un 20,4%, y con el salario medio, que se ha incrementado un 10,4% hasta situarse en los 30.237 euros.

 

Estos datos muestran la pérdida de poder adquisitivo de los españoles, agravada por el encarecimiento en otras partidas del presupuesto doméstico tan importantes como la cesta de la compra o la hipoteca.

 

Por cada coche nuevo, se venden dos de segunda mano.

 

En cambio, el precio medio de los VO en España se ha mantenido estable en este periodo, con una ligera bajada del 0,94% hasta situarse en los 12.365 euros. No es de extrañar que por cada coche nuevo, se vendan dos de segunda mano.

 

Este encarecimiento de los vehículos nuevos es fruto de la combinación de varios factores, como la prolongada crisis de escasez de los chips, el encarecimiento de las materias primas, el coste mayor en la fabricación de los automóviles para adaptarse a normas medioambientales y de seguridad europeas cada vez más estrictas y, además, varios conflictos geopolíticos de alcance internacional. A todo ello hay que unir que los fabricantes han dejado de producir coches pequeños y prácticos en favor de modelos cada vez más grandes y tecnológicamente más avanzados.

 



En un principio, la práctica totalidad de fabricantes tendrán que hacer frente a multas multimillonarias porque no cumplirán con los nuevos límites, lo que puede suponer nuevos incrementos en los precios de los coches nuevos para compensar las pérdidas generadas por el pago de las sanciones.

 

La única manera de evitar este encarecimiento extra sería un incremento de las ventas de eléctricos, es decir, la paradoja actual es que un coche nuevo de combustión será más barato cuanto más vehículos electrificados (eléctricos puros e híbridos enchufables) se matriculen, sin embargo las ventas de estos últimos están en 109.985 unidades de enero a noviembre de 2024, un 2,8% menos que el mismo periodo de 2023.

 

En la actualidad, lo más cercano a la electrificación que se está abriendo paso entre los conductores españoles es el híbrido no enchufable que, con un total de 490.234 matriculaciones, alcanza ya una cuota de mercado del 54%, pero esa dinámica de mercado no ayuda a capear el CAFE.

 

Esta normativa CAFE está siendo un verdadero quebradero de cabeza para los fabricantes, que no contaban con la baja demanda de los vehículos electrificados, ante lo cual se encontrarán con el dilema de vender menos coches de combustión para evitar que sus niveles medios emisiones se disparen con el consiguiente riesgo económico que supondrá afrontar las posibles multas multimillonarias.


La Enmienda Ferrari salva a fabricantes  de superdeportivos y berlinas de lujo.

Parlamentarios italianos sacaron adelante una enmienda al texto legal que eliminará la combustión interna del mercado europeo a partir de 2035. Se trata de la enmienda 121 o más popularmente conocida como «Enmienda Ferrari». Se trata de una excepción que afecta a los fabricantes que tienen menor volumen,

Para algunos fabricantes muy exclusivos, como Ferrari o Rolls-Royce, los motores de combustión interna son señas de su identidad y son piezas de ingeniería muy sofisticada. Además, estos fabricantes son de los pocos que aún venden mecánicas V12. 


En dicha enmienda se plantean dos umbrales en los que la normativa de 2035 se relaja un poco. Por un lado tenemos a los fabricantes que no llegan a 1.000 unidades al año porque fabrican a mano o en series muy limitadas (y muy caras). Encajan en este grupo fabricantes como Pagani o Koenigsegg.


Al ser vehículos ultra-exclusivos, su impacto en las emisiones de la Unión Europea es estadísticamente despreciable, por lo que a partir de 2035 podrán seguir fabricando y vendiendo vehículos de combustión interna, si es que los siguen haciendo. La tendencia en la industria es la electrificación, pero no tienen por qué abrazarla todos.

Es decir, los clientes de marcas minoritarias podrán seguir encargando modelos de combustión exclusivos, sin que eso tenga un impacto relevante en el medio ambiente. Hablamos de vehículos que no se suelen utilizar a diario ni acumulan grandes kilometrajes.

Información de: Lucas Martín

 

 

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